AÑO IV - Nº5, DICIEMBRE 2004 / ENERO 2005
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ISSN 0718-123X   
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EDITORIAL
 

Liderazgo Femenino ¿Mito o Realidad?
Karina Doña M.

 

La Inteligencia Estratégica en paises emergentes: Notas para una propuesta.
Guillermo Holzmann.

 

El Estado en la Sociedad de la Información y el conocimiento.
Eduardo Araya M.

 

La discreta esperanza de renovar la elites: La candidatura de Michelle Bachelet.
Bernardo Navarrete Y.

 
Estados Unidos: Un mandato para George W. Bush.
Patricio Navia
 
Los Resultados e Interpretaciones de la Elección Municipal 2004.
Gustavo Martínez
 

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ESTADOS UNIDOS:
UN MANDATO PARA GEORGE W. BUSH

Patricio Navia*

El histórico triunfo del republicano George W Bush en la elección presidencial estadounidense representó un rotundo éxito para el partido republicano y constituye una señal incuestionable de apoyo del electorado estadounidense a la forma en que el actual presidente estadounidense ha manejado los destinos de su nación y la participación de su país en asuntos de preocupación mundial.

Como es sabido, Bush logró la presidencia el año 2000 pese a haber perdido la votación popular. Después de haber logrado 50.460.110 de votos (47,9%), más de medio millón por debajo de los 51.003.926 (48,4%) obtenidos por el demócrata Al Gore, Bush logró la Casa Blanca debido a que logró imponerse como ganador en 30 de las 51 entidades electoras (50 estados federales más el Distrito de Columbia) del país. Después de la controversial decisión de la Corte Suprema estadounidense que le permitió declararse ganador en el estado de Florida por una diferencia de 534 votos (2.912.790 votos para Bush y 2.912.256 votos para Gore), Bush logró obtener 271 votos en el colegio electoral, superando los 266 alcanzados por Al Gore. De tal forma, pese a no contar con la primera mayoría relativa de votos, el republicano se convirtió en presidente de Estados Unidos en enero del 2001.

La esperada contienda presidencial de noviembre del 2004 se anticipaba como particularmente reñida, tanto por la memoria de la cuestionada forma en que Bush logró llegar a la Casa Blanca como por las controvertidas políticas impositivas y de la guerra contra el terrorismo que adoptó el mandatario demócrata. Por ese motivo, no sorprendió que la participación electoral aumentara de los 105.417.258 de electores en noviembre del 2000 a 118.501.450 votantes en noviembre del 2004. Nunca antes en la historia de Estados Unidos tanta gente había acudido a las urnas a votar.

Pero aunque la mayoría de los expertos vaticinaban que un aumento significativo en la participación electoral tendería a desfavorecer al presidente en ejercicio, el martes 2 de noviembre, el presidente Bush logró mejorar su votación del año 2000 y con los 60.418.140 (50,99%) de votos logrados, se convirtió en el primer candidato estadounidense en lograr una mayoría absoluta de los sufragios desde que su padre, George H. Bush lograra ganar la presidencia en 1988. Al lograr imponerse en 32 estados de la Unión Americana, Bush logró 286 votos en el Colegio Electoral, superando cómodamente a los 252 votos obtenidos por el demócrata John Kerry que con sus 56.949.003 (48,06%) logró la victoria en 28 estados y en Washington D.C.

Más allá que discutir las razones por las que George W. Bush se impuso como ganador, quisiera más bien demostrar que la victoria de Bush representa una incuestionable señal de apoyo del público estadounidense a la labor realizada por el mandatario. Como lo muestra la Figura 1, la votación del presidente Bush mejoró porcentualmente en casi todos los estados de la Unión Americana. De hecho, solo en los poco poblados estados de South Dakot y Vermont, el porcentaje de votos obtenidos por el republicano fue inferior el 2004 que el año 2000. Aún en los estados más abiertamente demócratas, como California o New York, la votación porcentual de Bush mejoró el año 2004 respecto al 2000. En California, Bush pasó del 41,7% el 2000 al 44,5% el 2004. En New York, el presidente pasó del 35,2% al 40,5% de los votos en cuatro años. Esto quiere decir que el candidato republicano mejoró su votación en 49 de las 51 entidades electorales del país y logró aumentar el número de estados en los que salió victorioso de 30 el año 2000 a 32 el 2004.



Fuente: elaboración del autor con datos de http://www.uselectionatlas.org/

Ahora bien, la votación del candidato demócrata John Kerry mejoró, en porcentaje, en 27 estados respecto a lo obtenido por Al Gore el 2000. Esto se debió fundamentalmente a que la votación por candidatos menores—en particular por el independiente Ralph Nader—disminuyó sustancialmente. Pero el aumento en la votación de Kerry no fue lo suficientemente significativa como para mantener la superioridad en el número absoluto de votos que había logrado Al Gore sobre George W. Bush en la elección del 2000. De hecho, mientras Gore obtuvo un 48,36% de la votación el año 2000, Kerry sólo alcanzó un 48,06% el 2004. En números absolutos, naturalmente, la votación de Kerry fue superior a la obtenida por Gore (56,9 millones para Kerry versus 50,4 millones para Gore), pero si incluimos los casi 2,9 millones de votos obtenidos por Nader el 2000 (que disminuyeron a 415 mil el 2004), la mejora de Kerry respecto a Gore el 2000 fue cuando más, sólo leve. De hecho, un análisis a nivel estatal demuestra que si bien es cierto Kerry mejoró en un número considerable de estados, la mejora de Bush en la mayoría de esos mismos estados fue sustancialmente superior al aumento de apoyo al candidato demócrata.

 De hecho, la Figura 2 muestra la mejora, en términos de porcentaje, de la votación de Bush el 2004 respecto a Bush el 2000, y de Kerry el 2004 respecto a Gore el 2000. Como queda en evidencia, por un lado Bush mejoró en casi todos los estados. Por otro, Kerry mejoró en algunos estados en forma significativa, pero hubo una cantidad importante de estados donde su votación bajó también significativamente respecto a la obtenida por Gore el 2000. Siguiendo la analogía muy popular actualmente en Estados Unidos, donde los estados de mayoría republicana se consideran como estados rojos y aquellos de mayoría demócrata se consideran como estados azules, la elección del 2004 mostró que los estados rojos se enrojecieron aún más pero los estados azules se hicieron menos azules que en el 2000.

Fuente: elaboración del autor con datos de http://www.uselectionatlas.org/

Aunque se han elaborado una serie de análisis para explicar los motivos que llevaron a los estadounidenses a entregarle un claro mandato a Bush en la presidencia de Estados Unidos por los próximos 4 años, corresponde subrayar que su triunfo sí constituye un mandato claro por parte del electorado. Ahora bien, una comparación con resultados recientes de elecciones presidenciales estadounidenses permiten subrayar que aunque la victoria de Bush fue clara e incuestionable, ha sido de las más estrechas de las últimas cuatro décadas. La diferencia de 2,93% que logró Bush en la votación nacional sin duda representa una mejora sustancial a lo que obtuvo el republicano el año 2000, cuando logró un 0,51% menos que Al Gore. Pero aunque más claro e incuestionable que su triunfo del 2000, la victoria de Bush fue la más estrecha en elección presidencial estadounidense desde el triunfo de Jimmy Carter en 1976.

La contienda presidencial de 1996 representó sin duda una clara victoria par Bill Clinton, que logró un 49,2% de los votos, muy por encima del 40,7% del republicano Robert Dole. La exitosa presencia del candidato alternativo de derecha Ross Perot en la contienda de 1992 también le permitió a Clinton obtener una ventaja clara sobre George H. Bush, al lograr el demócrata un 43% contra un 37,5% del republicano. En 1988, Bush se había impuesto por una ventaja de 53,4% contra un 45,7% del demócrata Michael Dukakis. En 1984, Ronald Reagan había ganado la re-elección por una cómoda ventaja, al obtener 58,8% contra un 40,6% del demócrata Walter Mondale. Reagan había llegado a la Casa Blanca el año 1980 al derrotar a Carter por una también cómoda ventaja de 50,7% contra un 41,0% del presidente demócrata que aspiraba a la re-elección 2.

James Carter había a su vez llegado a la Casa Blanca al derrotar al presidente en ejercicio Gerald Ford por un estrecho margen: 50,1% versus 48,0%. Esa difícil victoria de Carter fue la más ajustada en los últimos 20 años. En 1972, el republicano Richard Nixon logró la re-elección con un 60,7% de la votación, muy por encima del 37,5% logrado por el demócrata George McGovern. Pero aunque entre 1980 y 1996 las victorias de los ganadores se produjeron por amplios márgenes, antes de 1976 las contiendas presidenciales se caracterizaron por ser altamente competitivas. Exceptuando la presidencial de 1972 y la de 1964, las presidenciales de 1968 y 1960 fueron altamente competidas. En 1968, el republicano Richard Nixon se impuso por un estrecho margen (43,4% versus 42,7%) al demócrata Hubert Humprehy. En 1960, el demócrata John F. Kennedy superó difícilmente al republicano Richard Nixon, al lograr 49,72% versus 49,55% del republicano, menos de 113 mil votos, en un universo de 68,8 millones de electores.

 Así, en tres de las 6 contiendas presidenciales celebradas entre 1960 y 1980, la disputa por la Casa Blanca fue tremendamente reñida. Entre 1984 y el 2004, sólo dos de las 6 contiendas presidenciales fueron duramente peleadas: 2000 y 2004. Pero la contienda del 2000 fue la más reñida de todas las elecciones presidenciales disputadas entre 1960 y el 2004. Esto quiere decir que aunque en un contexto comparado, la elección del 2004 haya sido bastante reñida, el candidato ganador George W. Bush logró que fuera menos reñida que su victoria en la presidencial del 2000.

Debido a que el presidente estadounidense demostró una enorme capacidad de avanzar su agenda valórica y legislativa aún pese a no poseer una mayoría electoral durante su primer periodo—y pese a que durante los primeros dos años de su mandato no contaba con el control del Senado para su partido—deberíamos esperar que ahora que ha logrado una incuestionable legitimidad popular y que su partido republicano ha logrado mejorar su control del Congreso—pasando de una mayoría de 51-49 a una de 55-44 en el Senado, y de 227-2004 a 231-201 (con tres distritos aún por decidir) en la Cámara de Representantes—el mandatario estadounidense intentará avanzar con más energía y determinación su agenda valórica y legislativa. Para hacerlo, argumentará que su triunfo electoral del martes 2 de noviembre le confiere un inequívoco mandato político del pueblo estadounidense que habiendo aumentado su participación electoral, le confirió el honor y la responsabilidad de ser el presidente estadounidense que más votos—en términos absolutos—ha logrado en la historia electoral de esa nación.


NOTAS

1PhD en Ciencia Política. Profesor de la New York University, Universidad Diego Portales y del Departamento de Ciencia Política del INAP.

 

2 Todos los datos de elecciones anteriores de http://uselectionatlas.org/USPRESIDENT/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AGENDA PÚBLICA / AÑO IV - N° 5 - Diciembre 2004 / Enero 2005

®Agenda Pública, Preparada por el Departamento de Gobierno y Gestión Pública
del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile.